¿Y sí hay un
tesoro escondido en Madrid?
Hoy paseando por el Parque del Retiro me topé con una noticia
que como suele pasar en estos casos, no se sabe a ciencia cierta cuanto tiene de
leyenda y cuanto de real.
Es un secreto que esconde Madrid, y para
conocerlo tenemos que viajar hasta el Siglo XVII, al reinado de Felipe IV. El
monarca de la casa de Austria, era un gran amante del arte, su reinado se
prolongó durante más de 44 años dejando, como veremos a continuación, curiosas anécdotas e historias a sus
espaldas.
Originalmente el Parque
del Retiro era de
uso exclusivo para los reyes, quienes lo utilizaban para múltiples menesteres y
actividades. A
Felipe IV le apasionaba montar espectáculos para la demás gente de
la realeza y cortesanos por lo que este preciado parque fue lugar, primero de representaciones de teatro, espectáculos con animales e
incluso simulaciones de batallas navales en el estanque, las denominadas
naumaquias. La cosa era sorprender y dar que hablar con las personas que se reunía, y que también fuera para bien,
estaba clarísimo.
Al parecer, hubo un momento en el que Felipe IV quiso ir un paso
más en sus ostentosos juegos, ya que carecía de egoísmo, y comenzó a esconder,
distribuidos por todo el parque, pequeños
tesoros que
consistían en unas pocas monedas de oro para los hombres y unas joyas brillantes para las mujeres. Cada cierto
tiempo el monarca encargaba a una persona de su confianza que ocultase el
pequeño botín en algún lugar recóndito del parque y más tarde disfrutaba viendo
como sus allegados se dispersaban y correteaban por el Retiro en busca del
tesoro.
La leyenda comienza a gestarse el día en el que el Rey opta por
esconder el tesoro
más cuantioso y valioso de todos, para ello le pide a su
ayudante que esta vez lo oculte a conciencia, para que así, el juego sea más
largo y difícil que nunca. Según ha llegado
hasta nuestros días, la mala suerte hizo que esta persona falleciese de forma
repentina horas después de esconder el botín llevándose a la tumba
una valiosa información, la localización exacta del duro oro y de las joyas delicadas. Desde aquel día comenzó una intensa y afanada búsqueda que nunca dio resultado, aquel tesoro escondido por
orden de Felipe IV jamás
se recuperó por
lo que quizás siga oculto, esperando que alguien lo encuentre y lo saque de
nuevo a la luz, cuatro siglos después.
Curiosamente, en el año 1968 dos operarios municipales encontraron junto a una de las puertas del
parque una serie de monedas antiguas valoradas en 300.000 pesetas de la época,
toda una fortuna. Había 59 monedas de oro y plata, dos monedas de Carlos III,
29 de Carlos IV y 8 de Fernando VII. Su descubrimiento
y alegría duró poco, al ser dicho oro posterior a Felipe IV y se descartó que fuera el tesoro de la
noticia que acabo de contar.
¡Ah! ¿Te animas a buscar el tesoro oculto en el subsuelo de el Retiro?